de la humanidad. Se ofreció a sí mismo como ofrenda
santa delante de Dios. Todo aquellos los cuales le hemos
recibido como nuestro Salvador; debemos valorar
ese sacrificio viviendo una vida santa,
predicando su santo evangelio, teniendo la
promesa que un día le veremos.

de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste
inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios,
de todo linaje y lengua y pueblo y nación.
Apocalipsis 5:9