Amado Dios, ayúdame a entender que – <Uno no llega
a ser un fiel hijo tuyo tan solo por entrar y salir de
la iglesia>; que es necesario oír tu palabra con
atención y permitir que ella produzca cambios
en nuestras vidas. Reconociendo que
todo lo que tenemos te lo debemos a ti.
pero sed hacedores de la palabra y no tan
solo oidores, engañándoos a vosotros mismos.
Santiago 1:22