Sabías que:
No es tu condición la que determina
el éxito en tu vida, sino tu decisión
de vivir en la posición que has
heredado gracias al sacrificio
que Jesus hizo por ti.
Mas Él fue herido por nuestras rebeliones,
molido por nuestros pecados. Por
darnos la paz, cayó sobre él el castigo,
y por sus llagas fuimos nosotros curados.
Isaías 53:5