Cuando andamos en el Espíritu, hablamos
como Dios, andamos como Dios,
miramos como Él, pensamos como Él,
amamos a los demás como Él y sentimos
misericordia por las necesidades de lo demás.
Señor Jesús ayúdanos andar y vivir
como tú lo hiciste, porque tu vienes a
buscar a un pueblo que ande en el espíritu
y que sea transformado en tu gloria.
Por tanto, nosotros todos, mirando a
cara descubierta como en un espejo la
gloria del Señor, somos transformados
de gloria en gloria en la misma
imagen como por el Espíritu del Señor.
2 Corintios 3:18
Los mensajes publicados son de edificación para la vida espiritual