Aunque necesitamos planificar y vivir
responsablemente, debemos ser sabios al
reconocer que el control de nuestras
vidas la tiene Jehová. Por lo tanto cada
día debemos encomendarnos a Él para
que haga Su voluntad en nosotros.
Toda buena dádiva y todo don perfecto
desciende de lo alto, del Padre de las luces,
en el cual no hay mudanza,
ni sombra de variación.
Santiago 1:17