Cuando reconocemos que no tenemos
el control de todo y que algunas cosas
pueden escapar de nuestras manos es donde
comenzamos a depender de Dios y darle
la gloria a Él y no a nuestros logros.
¡Entiendo que Si se puede pero con Cristo!
Si pues coméis o bebéis, o hacéis otra cosa,
hacedlo todo para la gloria de Dios.
1 Corintios 10:31