La oración es un recurso poderoso que Dios nos ha
dado para que podamos comunicarnos con El, en
cualquier momento, lugar o circunstancia. Cuando
oremos por una petición “Nunca, nunca, nunca
podemos darnos por vencido, pero siempre tener
presente pedirle, que haga su voluntad perfecta en
nuestras vidas, no la permisiva. Nuestro Padre
amado sabe lo que nos conviene y conoce nuestras
necesidades tanto espiritual como material.
Dios santo, que concedes peticiones y das
vida eterna, ayúdame a no darme por vencid@
cuando oro, sino recordar siempre tu fidelidad.
…todo lo que pidiereis orando,
creed que lo recibiréis, y os vendrá.
Marcos 11:24