Muchas veces nuestros sueños y planes parece no tener éxito.
Nos tienta renunciar y retirarnos. En vez de eso debemos
continuar regando y fertilizando esos sueños y planes,
nutriendo las semillas con la visión que Dios ha puesto
dentro de nosotros. Porque sabemos que si no nos
retiramos, sí demostramos perseverancia y resistencia,
también cosecharemos los frutos que hemos sembrados.
Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes,
creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que
vuestro trabajo en el Señor no es en vanos.
1 Corintios 15:58