El que permanece en la fe en Jesús, viviendo según
Sus principios bíblicos, va siendo santificado
en su corazón, conducta, palabras, acciones expresiones,
actitudes, motivaciones, y se va pareciendo a Jesús.
Y a vosotros también, que eráis en otro tiempo extraños
y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras,
ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne,
por medio de la muerte, para presentaros santos
y sin mancha e irreprensibles delante de Él.
Colosenses 1:21-22