El amor de Dios por nosotros está más allá de las palabras.
Cuando estamos en nuestro nivel emocional más bajo,
el amor de Dios está siempre presente. No tenemos que decir
o hacer nada; Dios está a nuestro lado para amarnos y apoyarnos.
Si podemos cuidar sin reservas a quienes amamos,
¿cuánto más Dios cuidará de nosotros?, debemos recordar
que somos las niña de los ojos de Jehová.
Lo rodeó, lo instruyó, lo guardó como
la niña de su ojo.
Deuteronomio 32:10b