pensamos en lo sexual. Pero es algo mucho más
amplio. A veces nos da deseos de salir corriendo y
abandonarlo todo. Otras veces darle un puño a alguien
cuando nos molesta, tentados a robar,
hablar mentiras y a muchas otras cosas más.Cada vez que vencemos una tentación
nos parecemos más a Cristo.
Bienaventurado el varón que soporta la tentación;
porque cuando haya resistido la prueba,
recibirá la corona de vida, que Dios
ha prometido a los que le aman.
Santiago 1:12