
Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos… No hay lenguaje, ni palabras, ni es oída su voz… Hasta el extremo del mundo sus palabras.
Salmo 19:1-4
La existencia del mundo plantea dos preguntas: ¿Quién lo creó? ¿Con qué objetivo fue creado? La Biblia da la respuesta: “Porque toda casa es hecha por alguno; pero el que hizo todas las cosas es Dios” (Hebreos 3:4). Toda casa requiere un constructor. Del mismo modo, la naturaleza que nos rodea y el hombre mismo testifican de la existencia de un creador que planeó todo con un objetivo concreto.