
El amor es un mandamiento, donde Cristo nos ordena que debemos amarnos los unos a los otros. No hay excepción para este mandamiento, y nuestro corazón debe estar dispuesto a sentir amor por todos, a pesar de todas las circunstancias que rodean las relaciones con los demás.
En este mandamiento quedan a un lado el rencor, el odio, las heridas, las decepciones, las injusticias, los maltratos, la desconsideración, el dolor; no haciendo caso al pasado ni al presente, ya que hay un amor que todo lo puede y todo lo soporta.
La gracia no nos exonera de lo que tenemos que hacer, porque Su gracia permanecerá con aquellos que cumplan Su voluntad: que “os améis los unos a los otros”.
Pastora Montserrat Bogaert