El amor divino
En toda angustia de ellos él fue angustiado, y el ángel de su faz los salvó; en su amor y en su clemencia los redimió, y los trajo, y los levantó todos los días de la antigüedad.
Isaías 63:9
El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones.
Romanos 5:5
“Dios es amor” (1 Juan 4:8). Su amor se manifestó de diversas maneras: “Yo os he amado, dice el Señor” (Malaquías 1:2). Este fue uno de los últimos mensajes que Dios dirigió al pueblo de Israel. Entre todos los pueblos de la tierra, éste fue objeto de sus más tiernos cuidados. Dios lo liberó del poder de sus enemigos y lo condujo a través del desierto hasta el país prometido.
¿Cómo respondió este pueblo a su amor? Se atrevió a decir: “¿En qué nos amaste?” (Malaquías 1:2). Pero esta expresión de ingratitud no apagó el amor de Dios por su pueblo.
Cuando Jesús estaba en la tierra, declaró: “De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito” (Juan 3:16). Desde entonces su amor se extiende a todo el mundo. ¡Independientemente de quién sea usted, Dios lo ama!
Jesús declaró a los que habían creído en él: “El Padre mismo os ama” (Juan 16:27), y añadió, dirigiéndose a su Padre poco antes de su crucifixión: “Los has amado a ellos como también a mí me has amado” (Juan 17:23). El Padre los adoptó como sus hijos en virtud de su fe en la obra de Cristo. Son amados como Cristo es amado por su Padre.
El conjunto de los creyentes forma la Iglesia, la Asamblea. “Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella” (Efesios 5:25).
No hay tema más hermoso que el del amor de Dios. ¿Hace este amor arder nuestro corazón?
Por: La Buena Semilla.