el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.
Romanos 12:8
El don de liderazgo se refiere a la capacidad sobrenatural de dirigir a un grupo o una congregación. En la Biblia, la palabra usada para este don es proístemi, que quiere decir “estar delante, presidir, gobernar”. Esta misma palabra es usada en 1 Timoteo 3:4-5, 12, 17 y en 1 Tesalonicenses 5:12 como parte de las características que los pastores deben mostrar .
Una persona con don de liderazgo entiende que es Dios quien le ha puesto en esta posición, por lo que no se deja llevar por el orgullo y la vanidad. Al contrario, sabe que tiene que someterse a Cristo como cabeza de la iglesia y dar cuentas por la forma en la que está guiando el grupo que le ha sido confiado. Sabe que su trabajo en la edificación del cuerpo no es mandar a otros, sino guiarlos siempre en dirección a Cristo, protegiendo a las personas a su cargo de falsas doctrinas.
Aunque es indispensable para los pastores, no es exclusivo de este minsterio, este don puede ser otorgado a cualquier persona que pueda tener una posición de autoridad dentro de la iglesia.