Disciplina personal es la capacidad de controlarse y motivarse a sí mismo para hacer lo que es correcto en el momento adecuado.
Toda persona mediocre odia la disciplina; pero la realidad es que sin disciplina será difícil progresar en cualquier cosa que se emprenda en la vida.
Para ser exitosos en los negocios es necesaria tener la disciplina empresarial requerida para trabajar con ahínco, inteligencia y esfuerzo para crecer y consolidarse; esta es una realidad que se aplica prácticamente para todo, desde emprender un estudio, hasta para el ejercicio personal.
Para crecer espiritualmente es vital establecer reglas y nuevos hábitos que impulsen al cristiano para vivir en línea con la palabra de Dios; pero además para seguir por este camino todos los días de su vida.
Es así como la “autodisciplina” se convierte en una medida proactiva que podemos tomar para limitar las tendencias naturales o aprendidas a actuar acorde con la vieja naturaleza pecaminosa.
En nuestra relación con Dios, una parte la hacemos nosotros y otra parte la hace el Señor. Y debemos tener claro que “Dios no hará por ti lo que se supone que debes hacer por ti mismo”
En la Biblia encontramos muchas peticiones hechas por el Señor para que Su pueblo las cumpla para su propio bienestar y salud espiritual, por ejemplo, en el evangelio de Lucas, capitulo 21, verso 36, Jesús les dijo a Sus discípulos “Estén siempre vigilantes, y oren para que puedan escapar de todo lo que está por suceder, y presentarse delante del Hijo del hombre” (NVI).
Esto es totalmente aplicable hoy en día ya que hay una agenda mundial en contra de los valores y principios de Dios, de Su verdad y de la vida espiritual disciplinada.
Ya lo había dicho Salomón en el Libro de los proverbios capítulo 24, verso 28, cuando escribió “Como ciudad invadida y sin murallas. Es el hombre que no domina su espíritu”. (LBLA)
Dominar el espíritu significa permitir que el Espíritu Santo tome el control de la naturaleza carnal y emocional que hay en ti. Así, pues, para obtener lo mejor del Señor en la vida, la Palabra de Dios debe fluir en ti a través de la lectura, y mediante la reflexión y meditación convertirla en nuevos hábitos; a esto es a lo que se refiere Pablo en la carta a los Efesios, capítulo 4, verso 13 que dice “hasta que todos lleguemos a estar unidos por la fe y el conocimiento del Hijo de Dios; hasta que lleguemos a ser un hombre perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (RVR60)
Oremos “Amado Señor, gracias por Tu Palabra que le da vida a mi vida. Señor hoy mi oración es pedirte que me ayudes a crecer en Ti por el poder del Espíritu Santo que mora en mí. Señor, que mi tendencia natural a vivir en la vieja naturaleza sea reemplazada por la nueva que Tu quieres crear en mí. Ayúdame a tener la disciplina para no renunciar, lo pido en el Nombre de Jesús, Amén”
Buen Día
Juan C Quintero
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