DIOS ES NUESTRO DEFENSOR
En el día de ayer, en la República Dominicana se está comenzando a abrir una brecha para que el crimen, asesinato y genocidio llamado aborto en algunas circunstancias sea legalmente permitido. El Pueblo que ama a Dios, que ama a Su Palabra y por lo tanto ama y abraza la vida debemos unirnos en oración y pedirle a Dios siempre misericordia por este país. A los líderes políticos que orquestan y orquestaron eso, bueno…solo me queda decirles que Dios les pedirá cuenta y que el Único y Verdadero Defensor de cada uno de esos niños que no podrán nacer producto de los abortos “autorizados” por ellos es el mismo Dios y Él sí sabe ser un JUEZ JUSTO.
La Palabra de Dios dice en Salmos 121:1-2 “Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra”. También dice en Salmos 127:1-5 “Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guardia. Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, y que comáis pan de dolores; pues que a su amado dará Dios el sueño. He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre. Como saetas en mano del valiente, así son los hijos habidos en la juventud. Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos; no será avergonzado cuando hablare con los enemigos en la puerta”. Además dice en Salmos 139:16 “Tus ojos vieron mi embrión, y en tu libro se escribieron todos los días que me fueron dados, cuando no existía ni uno solo de ellos”.
RECUERDA, POR ENCIMA DE TODO, DIOS ES NUESTRO SUSTENTO, DIOS ES NUESTRO DEFENSOR. DIOS CUIDA DE TODO, INCLUSO DE LOS NIÑOS AUN NO NACIDOS. QUIEN DESTRUYE UNA VIDA SIN NACER, DESTRUYE UN SER HUMANO QUE NO PUEDE DEFENDERSE, PERO QUE SÍ CUENTA CON DIOS QUE A SU TIEMPO PEDIRÁ CUENTA POR ELLOS. Y DE ÉL SOLO DEPENDE EL TENER MISERICORDIA POR QUIEN SE PRACTIQUE O QUIEN PRACTIQUE EL CRIMEN LLAMADO ABORTO. ABRACEMOS LA VIDA Y QUE CRISTO JESÚS REINE Y SEÑOREE EN NUESTROS CORAZONES. YA ES HORA.
Dios te bendiga,
Luis Manuel Polanco Schott