Una de las experiencias más interesantes y divertidas que podamos experimentar es la que vivimos cuando llevamos a nuestros hijos pequeños por el campo, visitando lugares que son nuevos para todos.
Particularmente me llama la atención la curiosidad infantil de querer ir o de pasar por diversos lugares, pero allí estamos nosotros sus padres para decidir si el lugar a donde quiere ir es el adecuado, si es seguro o no lo es.
Quiero aprovechar esta introducción para referirme a nosotros como hijos de Dios. Porque hay muchos que, al igual que con los hijos pequeños, están en la vida queriéndole decir a Dios por donde deben ir, mientras Él está tratando de guiarlos.
Es como si se quisiera adivinar a dónde Él podría querer llevarnos, quizás por impaciencia o por desconocimiento de la Palabra de Dios, y eso es lo que los lleva al lugar equivocado.
Dios sabe que es lo correcto para ti, para tu familia y realmente lo sabe para todos tus asuntos, por lo tanto, es mejor escuchar Su voz y seguir a donde Él te guía, pues así no te vas a equivocar y estarás en el lugar perfecto.
¡Deja de tratar de guiar al Señor y comienza a ser guiado por Él!.
Como esposos y padres que amamos a Dios y a la familia necesitamos diariamente de la guía de Dios para no equivocarnos, para hacer lo correcto y para ir en la dirección adecuada.
David lo entendió muy bien, por eso en el Libro de los Salmos, capitulo 25, versos 4 al 5 dijo lo siguiente, buscando la dirección de Dios en su vida, “Muéstrame la senda correcta, oh Señor; señálame el camino que debo seguir. Guíame con tu verdad y enséñame, porque tú eres el Dios que me salva. Todo el día pongo en ti mi esperanza”. (NTV)
Ora con fey cuando lo hagas debes estar dispuesto(a) a obedecer porque recibirás la guía del Padre Celestial para ti.
Oremos “Amado Señor, hoy decido confiar en ti, reconozco que con frecuencia me he equivocado en las decisiones que tomo, especialmente en las relacionadas con mi familia. Te pido que me ayudes a actuar correctamente con mis padres, con mi cónyuge y con mis hijos, esto lo pido en el Nombre de Jesús, Amén”
Versículo “Muéstrame la senda correcta, oh Señor; señálame el camino que debo seguir. Guíame con tu verdad y enséñame, porque tú eres el Dios que me salva. Todo el día pongo en ti mi esperanza”. Salmos 25:4-5 (NTV)