Después de haber alcanzado un triunfo no podemos detenernos,
debemos seguir hacia delante con mayor fuerza e ímpetu.
Uno de los grandes premios de la victoria es
la oportunidad de hacer más.
Siempre se puede tenemos la mente de Cristo.
1Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo,
2y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.
31 Juan 5:4
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