Los pensamientos de incapacidad o de incompetencia destruyen el corazón humano, la carga que se pueda estar llevando por los errores y pecados del pasado pueden impedir que alguien avance y alcance metas significativas en esta vida.
Si este es tu caso, este mensaje es para ti.
En la Biblia se relata del dialogo que tiene Jesús con una mujer samaritana, el cual lo podemos asimilar a una persona pecadora que lleva encima la carga del pasado de errores.
La verdad es que Jesús, antes de que comenzaran a hablar ya sabía exactamente lo que esta mujer necesitaba, pero estaba esperando tener un diálogo con ella.
Tal y como se relata en Juan capítulo 4, la samaritana era una mujer que había lidiado con muchas relaciones rotas. Se había casado cinco veces y vivía con un hombre que no era su esposo, esto seguramente la atormentaba porque en su interior había un vacío que hasta ese momento no lo podía llenar con las relaciones.
Al parecer era una mujer que tenía conocimientos teológicos. Ella habló con Jesús acerca de las diferencias entre judíos y samaritanos y algo sobre la historia de su tierra, pero en su interior había confusión porque le faltaba la revelación espiritual de Dios, en resumen, era una mujer que buscaba respuestas, no solo agua.
Y Jesús le da una respuesta poderosa, le dijo “… Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; más el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna. La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla”. (Juan 4:13-15 – RVR60)
La mujer estaba sedienta, tanto natural como espiritualmente y en su encuentro con Jesús, su vida cambió, conoció al Salvador del mundo y hasta lo compartió con todo el pueblo de donde ella vivía.
El Señor quiere hablar contigo. No para juzgarte, ni para sacarte en cara tu pasado de pecado, sino para mostrarte cómo puedes ser restaurado(a) y como puedes recibir de “Su agua viva” para que cubras con ella cada área de tu vida, de tus relaciones, de tu trabajo, de tu descanso y de tus finanzas.
Te pregunto, ¿estás frustrado(a), con estrés o molesto(a) por algo que sucede en tu vida?, entonces acércate a Jesús y comienza a tener una conversación restauradora en oración y lectura de la Palabra de Dios.
Oremos “Amado Señor, te entrego cada área de mi vida. Sabes lo que necesito, y sé que quieres lo mejor para mí, lo que me conviene. Necesito hablar contigo, recibir de “tu agua viva” para que pueda superar las cargas del pecado y del pasado que me impiden avanzar, lo pido en clamor y ruego, en el Nombre de Jesús, Amén”
Versículo “Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; más el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna. La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla”. Juan 4:13-15 (RVR60)
Buen Dia
Juan C Quintero
BuenDiaTodosLosDias.com