Hay personas que se refugian en algo para no enfrentar sus situaciones difíciles.
Quizás sea en el trabajo, en el deporte, en los programas televisivos, o incluso en la vida libertina, tal como las fiestas, el licor o en las drogas.
Pero esas cosas sólo pueden ofrecer distracción y un alivio temporal; es decir, que están conectadas con las cosas que el mundo ofrece y no con las que Dios nos pone a disposición.
Nuestra vida encuentra propósito en Jesús.
No importa qué dificultad puedas enfrentar hoy, el Señor quiere brindarte esperanza y darte el consuelo que necesitas.
En la Biblia, en el Salmo, capítulo 119, verso 50, dice así, “Tus promesas me dan vida; me consuelan en medio de mi angustia”. (NBV)
Que gran declaración hace el salmista en este versículo, porque esta colocando su vida y circunstancias en el poder consolador de Dios.
El diccionario define a la palabra “consuelo” como, “la interrupción o la desaparición de aquello que aflige el ánimo”
Y a la palabra “esperanza” como, “la virtud de tener optimismo y confianza que es factible alcanzar o lograr aquello que se desea o que se necesita”
En Jesús encuentras total consuelo y la esperanza en fe de que las cosas van a cambiar.
Te motivo a soltar todo lo que te angustia, a dejar de buscar el refugio en las cosas del mundo y permitir que sea Él quien sane tu corazón y te dé certeza de que las cosas van a cambiar para bien. ¡todo lo puedes en Jesús!
Oremos, “Amado Señor, hoy oro pidiéndote que derrames de tu paz y de tu consuelo en mi vida, hazme fuerte ante las dificultades de la vida. Que tu Santo Espíritu me llene de Su sabiduría, gracia y favor para enfrentar con fe todos los retos que he tenido, lo oro en el Nombre de Jesús. Amén”.
Versículo “Tus promesas me dan vida; me consuelan en medio de mi angustia”. Salmo 119:50 (NBV)
Buen Dia
Juan C Quintero
BuenDiaTodosLosDias.com