En ocasiones cuando enfrentamos pruebas inesperadas,
nos podemos abrumar tanto con el problema inmediato,
que no vemos el beneficio posible. Sin embargo,
muchos pasajes bíblicos nos recuerdan que Dios
nos cuida y desea el bien para nosotros.
Donde los ojos físicos ven dificultad,
el ojo de la fe ve posibilidad.
<< Confía Dios está contigo>>.
He aquí, como los ojos de los siervos miran a
la mano de sus señores, Y como los ojos de
la sierva a la mano de su señora, así nuestros
ojos miran a Jehová nuestro Dios, Hasta
que tenga misericordia de nosotros.
Salmo 132:2