Como un sartén.

Un día mientras conversaba con un compañero de trabajo el cual también es un joven cristiano, hablábamos sobre el control de Dios en todos los aspectos de nuestras vidas y lo importante que es reconocer este control total de Dios y dejar todo en sus manos poderosas.

Mi compañero hizo una comparación simple pero muy cierta: Me explicaba que las situaciones en nuestras vidas se pueden comparar con un sartén caliente…Si, como un sartén.

Me explico: Tomamos el sartén por el mango y le damos el otro lado a Dios para que el controle esa parte, pero no soltamos el mango; es decir, no dejamos nuestro problema en sus manos.

Esto quiere decir queridos hermanos que por lo general le pedimos a Dios que tome el control, pero no esperamos en El, solo le dejamos una parte confiando en nuestras propias fuerzas.

Debemos estar totalmente convencidos de que los planes de Dios son mejores que los nuestros, que su voluntad es perfecta y que el tiempo de Dios es absolutamente perfecto.

Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová.

Porque será como árbol plantado junto a las aguas,
que junto a la corriente echará sus raíces,
y no verá cuando viene el calor,
sino que su hoja estará verde;
y en el año de sequía no se fatigará,
ni dejará de dar fruto. Jeremías 17: 7-8

Gustad, y ved que es bueno Jehová;  dichoso el hombre que confía en él. Salmos 34: 8

Liecel Sanchez