Algunas veces llegan a mi personas que me preguntan ¿Cómo hago para saber que va a pasar?, o ¿si tomo esta decisión será la correcta?. Es como si quisieran que yo les resuelva el asunto y les de la respuesta, cosa que nunca hago por respeto a Dios. Esa situación es una evidencia del interés que tienen las personas en tomar decisiones correctas, aunque también puede ser el miedo de tomar la decisión equivocada. Y obviamente, estar en esta situación genera estrés, así que es muy importante no acelerarse a decidir, ni tampoco dejar la situación sin resolver; porque tan malo es lo primero como lo segundo.
¿Qué hacer?… la respuesta es: “tener absoluta confianza en Dios”, en el Salmo 23:3 David, un hombre que pasó por muchas pruebas y quien de la mano de Dios las superó todas… nos dejó la siguiente afirmación: “(El Señor) me guía por sendas de justicia por amor a su nombre.”.
La confianza en la guía de Dios es el remedio para las indecisiones; esto es, menos estrés y más confianza.
Sé que la incertidumbre es dolorosa, también sé que cuando el tiempo pasa y no vemos respuestas se puede llegar a pensar que Dios no está actuando o que no nos ha escuchado; pero he aprendido, que todo esto es parte del proceso para el fortalecimiento del carácter del creyente. Te afirmo en esto: “La forma en que puedes manejar el estrés en este caso es dejando que Dios sea tu guía”.
Piensa en esto ¿y si lo que usted espera no es lo que Dios va a hacer?; por ejemplo si usted espera que el Señor le hable directamente, le dé las instrucciones como si recibiera un manual de un televisor nuevo; si eso espera… estás equivocado(a), Él no obra así… Dios responde a la fe, cuando hay calma y paciencia. Tampoco verás algo mágico tal y como en las películas, ni que Dios responda emocionalmente… nadie sabe cómo el Señor resolverá la situación… por lo tanto, no le agregue más estrés a la situación ni alimentes tu mente con desconfianza.
La clave es, saber que “con Dios no hay recetas”, que Él es soberano y que actúa conforme a lo que es mejor para nosotros; Él solo quiere que confíes, que hagas lo humano, que Él hará lo sobrenatural.
Oremos: “Señor reconozco que me he dejado llevar por el miedo y por el estrés de la situación que estoy viviendo. He aprendido que si dejo todo en tus manos y confío en tu guía me llevaras por el sendero del bien. Así que ¡suelto la carga!, las decisiones que tengo que tomar las coloco en tus manos creyendo en Tu Santa, Justa y Perfecta respuesta, lo creo y declaro en el nombre de Jesús, Amen”
Versículo: “… me guía por sendas de justicia por amor a su nombre.” Salmos 23:3 (NIV)
Buen Día,
Juan C Quintero
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