A menudo veo personas que lo han perdido todo por sus emociones, manejan sus vidas sobre lo que sienten siguiendo falsas creencias y sentimientos emocionales que tristemente los han llevado a perder en las relaciones, los negocios, la familia etc.
Las emociones son engañosas, a veces parecen reales, pero en la mayoría de los casos producen ideas fantasiosas que hacen que las personas pierdan la perspectiva de la realidad y de la verdad.
Lo que los creyentes hacemos no es por emociones, sino por fe. La fe puesta en Jesús. Cuando Dios el Padre nos encuentra por medio de Jesús; dándonos el más grande regalo divino.
¿Dónde nos encontró?… “en el mundo”… entonces el Padre nos dio a Jesús, y Jesús nos dio la vida eterna.
Es una realidad que no todos los que dicen ser creyentes realmente lo son. La palabra de Dios nos relata de un grupo que se le acercó a Jesús y le dijo: “Somos la simiente de Abraham, tenemos a Abraham por nuestro padre”. Y Jesús les respondió “Están equivocados, si fueran hijos de Dios me reconocerían… el padre de ustedes es el diablo”. (Leer Juan 8:39-44)
¿Cómo sabemos que somos hijos de Dios?:
– Porque hacemos aquellas cosas que le agradan a Él. (Juan 15:14-16)
– porque también hacemos lo que Él nos pide… porque lo amamos (Juan 8:42).
– Y sabemos que somos hijos de Dios porque vencemos el mundo. (1 Juan 5:5)
Así que nuestra tarea personal es vencer al mundo; esto es vencer sobre las tentaciones, la maldad, el dolor, la mentira, el robo, la lujuria, los deseos malos del corazón, los vicios… etc.
El Espíritu Santo trabaja en nuestras vidas para poner fin a toda la vida natural maligna y te vivificará continuamente con vida espiritual hasta que tu vida terrenal llegue a su final.
Te exhorto para dejar de vivir por emociones carnales y terrenales, y para que vivas alimentando tu corazón con la Palabra de vida.
Toda imperfección, se va, sabiendo que a medida que pasan los días tienes luchas con el pecado, pero que hay ti una luz, un poder, que te ayuda a huir y a no caer. Es el poder del Espíritu Santo que te guía para que decidas agradar a Dios.
Oro para que decidas vencer al mundo y sus tentaciones con el poder del Espíritu Santo
Versículo: “¿Quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?” 1 Juan 5:5 (NVI)
Buen Dia
Juan C Quintero
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