El llegar a tener una posición de liderazgo trae consigo detractores. Ya sea que usted se convierta en un empresario exitoso, en un gran profesional, en un excelente padre, en un gran líder en la iglesia, o en la comunidad. Tienes que aprender que no todos se alegraran de tu posición; tendrás oposición, te envidiarán e incluso habrá muchos que te querrán desanimar de continuar.
No importa que tan cercanos sean, pueden ser parte de tu familia, amigos o compañeros de trabajo… algunos de ellos se alegrarán, te motivarán; pero otros no, sino que por el contrario, actuarán como opositores.
Aprende esto, “en la medida en que creces en tu vida espiritual y personal, justo cuando Dios derrame de Su favor sobre ti, alguien se pondrá celoso. Alguien comenzará a criticarte, a juzgarte e incluso a considerar que el éxito o el logro que has tenido no viene de Dios sino de alguna trampa o pacto que se hayas hecho” … en resumidas cuentas, ¡van a querer que falles!.
Por favor, no te sorprendas si alguien muy cercano intenta menospreciarte o desacreditarte. La manera de actuar es “No te centres en ellos, porque nunca podrás lograr que todos estén felices y que además se alegren por las bendiciones que has recibido”.
Si el Señor te ha puesto en esa posición es porque tiene algo grande que quiere hacer contigo y a través tuyo, por tanto, no te distraigas con los comentarios o con las acciones de las personas que no te apoyan.
Si quieres acepta este consejo… “no tomes estos ataques como algo personal; no es algo que tenga que ver contigo, sino con ellos… deja que ellos lidien con sus propios problemas, envidias y rencores; no dejes que la bendición se escape por poner tu atención en lo que no vale la pena; perdónalos porque ellos no saben lo que hacen, ni lo que dicen… y sigue adelante”
Te recuerdo que la Palabra de Dios nos invita a que oremos por nuestros enemigos, por lo tanto, no guardes rencor hacia ellos, simplemente libérate de la carga de sufrir por ellos y enfócate en lo nuevo y grande que Dios tiene. Has lo que es correcto delante del Señor, porque “Dios honra a los que le honran”.
Oro por ti para que puedas enfocarte en lo que Dios dice de ti y en lo que tiene para ti. Que puedas orar por los enemigos sin rencor y así hacerte grande delante del Señor.
Versículo: “Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, bendigan a los que los maldicen, hagan bien a los que los odian, y oren por quienes los persiguen” Mateo 5:44 (RVC)
Buen Dia
Juan C Quintero
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