Cuando alguien busca empleo trata de conseguir recomendaciones para que las puertas del lugar a donde va a entrevistarse se abran.
Hay poder en llegar a un lugar estando referidos por otra persona con influencia, es como establecer una relación sobre la base de que otra persona ya ha dado el primer paso de ayudarnos a ser conocidos y recomendados; para luego refrendar lo hablado con un buen desempeño laboral.
También actúa de esa forma en las cosas de Dios, cuando compartimos el evangelio de la salvación en Cristo Jesús, no lo hacemos con nuestra capacidad, sino con el poder que Dios nos da por medio de Su Santo Espíritu; el apóstol Pablo lo escribió en su primera carta a la Iglesia de Tesalónica capítulo 1 verso cinco cuando les dijo “…porque cuando les anunciamos nuestras buenas noticias no lo hicimos sólo con palabras, sino con el poder y total convicción que nos da el Espíritu Santo…” (PDT)
A veces las personas tienen temor de invitar a otros a la Iglesia, o de contarles que son cristianos por el temor a ser rechazados o señalados; hoy les digo que no deben tener temor porque cuando se habla de los asuntos de Dios lo que está actuando no son sus palabras, sino el poder del Espíritu Santo quien da convicción para anunciar que “Jesús es el Señor y de que en Él y por medio de Él todo es posible”.
Pero todo lo que hablemos debemos reafirmarlo con nuestros actos, es por eso por lo que en esa misma carta de Pablo a los de Tesalónica les expresó “Además, viendo nuestra forma de ser, se convencieron de que hacíamos todo por su bien”. Dicho de otra forma, “hablaron con el poder del Espíritu Santo y afirmaron sus palabras con sus actos”
Cuando una persona actúa conforme a lo que habla está siendo coherente; en el hogar debes hablar y actuar de la misma forma; en los negocios debes hablar y actuar de la misma forma; en todo lugar debe ser igual lo que se habla que lo que se hace.
Los cristianos necesitamos ser coherentes entre lo que decimos y lo que hacemos, de esa forma seremos eficaces en compartir la verdad del evangelio.
“Hay poder de Dios para hablar por medio del Espíritu Santo; pero también hay poder de convicción cuando se afirman las palabras con los actos”
Versículo “Lo sabemos porque cuando les anunciamos nuestras buenas noticias no lo hicimos sólo con palabras, sino con el poder y total convicción que nos da el Espíritu Santo. Además, viendo nuestra forma de ser, se convencieron de que hacíamos todo por su bien”. 1 Tesalonicenses 1:5 (PDT)
Buen Dia
Juan C Quintero
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