El sentido de la vista es una gran bendición para el ser humano. Con los ojos podemos ver hacia dónde vamos, decidir qué camino tomar y apreciar lo que hay a nuestro alrededor.
Incluso nuestra vida espiritual está ligada a lo que vemos; esto lo podemos apreciar en la Palabra de Dios, cuando Jesús se valió de una figura del ojo, a modo de ilustración porque en Lucas 11 verso 34 nos dice que los ojos son la lámpara del cuerpo, es decir, que con ellos podemos tener la claridad de saber para donde vamos, tal y como en las noches encendemos las lámparas para ver el camino que recorremos en la oscuridad. El cuerpo no puede discernir el camino a seguir sino es por medio de los ojos.
Esto está relacionado también con nuestro futuro, porque nuestros ojos pueden estar puestos en cosas temporales, vacías, vanas y sin valor, pero cuando nuestra mirada está puesta en todo aquello que pertenece a los designios y propósitos del Señor estaremos dándole luz a nuestro cuerpo.
En el mundo físico los ojos cumplen la función de ventanas, por la que podemos percibir el mundo a nuestro alrededor. Es así que según el lugar donde estén enfocados nuestros ojos será la perspectiva que tenemos del lugar donde nos encontramos. De modo que los ojos pueden funcionar correctamente, pero estar orientados en la dirección incorrecta.
Le garantizo que usted, al igual que me ha pasado a mí, en algún momento que íbamos caminando por un lugar nos distrajimos, tropezamos con algo que no habíamos visto y caímos o estuvimos a punto de caernos. El hecho es que los ojos cumplen una función fundamental al suplir la información necesaria para que decidamos hacia dónde debemos andar y de qué modo lo debemos hacer. Cuando los ojos no funcionan, o están concentrados en lo que no sirve, nuestra capacidad de andar se verá grandemente reducida.
Por eso, si trasladamos la analogía al mundo espiritual la lección es clara y contundente. Según el enfoque de nuestros «ojos espirituales» será el rumbo que tenga nuestra vida espiritual, es decir, que cuando nuestros ojos espirituales están puestos sobre los valores y tesoros de este mundo, toda nuestra vida está orientada hacia eso. Se nubla lo espiritual y puede hacer que las personas se pierdan al desconocer que su destino está en Dios y no en lo de este mundo.
Oremos: “Señor, gracias por darnos el privilegio de poder ver con los ojos naturales, pero mayores gracias te damos hoy por nuestros ojos espirituales, aquellos que nos ayudan a ver las cosas celestiales, te pedimos que nos ayudes a fijar nuestra mirada en ti, lo pedimos y declaramos en el nombre de Jesús, Amen”
Versículo: “Tus ojos son la lámpara de tu cuerpo. Si tu visión es clara, todo tu ser disfrutará de la luz; pero si está nublada, todo tu ser estará en la oscuridad”. Lucas 11:34 (NVI)
Buen Dia
Juan C Quintero
www.buendiatodoslosdias.com
Buen Dia – Mirada con enfoque
Aquí puedes Comentar o Responder a esta Publicación
Ayúdanos a compartir Su Palabra...
Más 122,000+ Lectores
Síguenos y recibe contenido fresco cada día de elversículodeldía.com