He escuchado a varias personas cristianas que han hecho cosas que no esperaban hacer, pero que las hicieron porque no pudieron cumplir con lo que ellos planeaban.
Por ejemplo, un día una señora se me acercó para darle gracias a Dios porque ella se había desviado de su ruta normal hacia el trabajo sin saber por qué y luego escuchó que por esa ruta un conductor de un camión perdió el control y cayó desde un puente justo en la ruta que ella debía tomar y a la hora en que pasaría por ese mismo lugar.
Otros me cuentan que conocieron a alguien en un aeropuerto que después se convirtieron en sus mejores amigos.
Yo doy testimonio de eso; en cierta ocasión estaba anhelando ingresar a una empresa, había presentado las entrevistas y las pruebas para ingresar, pero no me llamaban, pero un domingo que fui a la iglesia, era una muy grande donde habían más de 2000 personas. Llegué temprano y estaba orando por el trabajo, unos minutos después el vicepresidente de esa empresa se sienta justo en un puesto que estaba libre a mi lado, luego del saludo me dijo que me esperaba al otro día para comenzar a trabajar… Dios había respondido mi oración de manera increíble…
Muchas otras veces he experimentado bendiciones similares
Creo que… para los cristianos no hay golpes de suerte, ni coincidencias, ni tampoco desvíos del destino… creo que el poder invisible del Dios viviente guía nuestros pasos, ordena nuestro trabajo, nos abre y nos cierra puertas, y es quien nos guía en el propósito.
Cuando andamos en el camino de Dios, Él nos coloca en el lugar en donde debemos estar, en el momento exacto en que debemos estar allí.
Oro para que, como cristianos fieles, puedas confiar en que lo que te pasa en tu vida está guiado por el Señor.
Versículo: “Cuando cruces las aguas, yo estaré contigo; cuando cruces los ríos, no te cubrirán sus aguas; cuando camines por el fuego, no te quemarás ni te abrasarán las llamas”. Isaías 43:2 (NVI)
Buen Dia
Juan C Quintero