En el transcurrir de la vida experimentamos grandes contrastes; atravesamos momentos de éxito, de fracaso, de ganancias y pérdidas, cosechamos victorias y derrotas; pero ante todo algo es cierto… “todo lo que ocurrirá bajo el cielo tiene su tiempo”; tal y como lo afirma la Palabra de Dios en Eclesiastés capítulo 3, versos de dos al ocho, cuando define que “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz.” (RVR60)
Dios tiene un plan para nuestras vidas que Él ha diseñado y que puede ser que en muchas ocasiones no tenga los resultados que esperamos; porque sólo Él conoce lo que realmente debemos hacer y lo que vamos a experimentar.
El recorrido nunca será fácil pero el destino valdrá la pena; tal como lo dice también la Palabra en Eclesiastés capítulo 3 verso 11, declarando que el Señor “Todo lo hizo hermoso en su tiempo”
Te motivo para que te afirmes hoy en tu fe en el Señor y que no olvides que los acontecimientos, tanto positivos como negativos que en nuestra vida ocurran, son instrumentos del Señor usa para convertirnos en la persona que Él nos llama a ser.
Te dejo esta reflexión… “La vida es una historia en constante cambio; Dios no cambia, ni cambiará; por eso debes esperar que Su amor, misericordia y paz, permanecerán; que tengas la certeza de que, si tenemos al Señor en nuestro corazón, y si lo hacemos el primero, el más importante en nuestras vidas, entonces todas sus promesas y bendiciones se manifestarán”
Oro para que el Señor, te de la revelación para comprender que todas las experiencias de tu vida, las buenas y las difíciles forman parte del recorrido que Él ha planeado para ti. Y que con ésta revelación tu confianza se afirme para ver la victoria que tiene preparada para los que le aman.
Versículo: “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora” Eclesiastés 3:1 (RVR60)
Buen dia
Juan C Quintero