Estamos en una sociedad que estimula la venganza. Esto es que “Si me la hace, me la paga”.
He conocido rivalidades que se han mantenido por mucho tiempo, años incluso entre familiares, quienes se pelearon por un negocio, por un secreto revelado, por dinero, etc.

Algunos además tienen un dolor interior que se ha mantenido durante todos ese tiempo y que hasta ha crecido con los años. Creando en ellos una actitud distante, un ambiente de soledad, de aislamiento y hasta de desprecio y odio por esa(s), persona(as).

Pero todo esto es contrario a lo que la Palabra de Dios nos enseña. El apóstol Pablo les escribió a los creyentes de Tesalónica en su primera carta capítulo cinco, que deberían ser como Cristo, que se amaran unos a otros, que crecieran en la fe; y en el verso quince les pidió que “tuvieran cuidado de no pagar mal por mal”; ¡qué consejo tan poderoso!, es decir, que les pidió que olvidaran las ofensas, aplicando el perdón.

Aunque realmente fue más allá, porque les pidió que “procuraran siempre hacer el bien, tanto entre ellos como con los demás”.
Una cosa es perdonar la ofensa, pero una más grande es hacer el bien después de perdonar a quien le ha hecho el mal.
Fácil es asumir la actitud de la “venganza”, pero difícil es la de “perdonar y adicionalmente hacerle el bien” a quien nos han hecho daño.

Esto realmente lo podemos de dos formas, la primera “por amor a Dios y obediencia a Su Palabra” y la segunda “con la ayuda del Espíritu Santo”; en el primer caso es una decisión personal interior y en el segundo es la intervención divina que trae fortaleza y paz a la persona para hacerlo.

Te pregunto ¿hay alguien a quien no has perdonado?; ¿o incluso que quisieras vengarte del el o ella?; hoy te invito para que alivies tu carga, decidiendo “obedecer al Señor ejerciendo el perdón, y que con la ayuda del Espíritu Santo puedas, además hacerles el bien”.

Oro para que así se haga en tu vida.

Versículo “Tengan cuidado de que nadie pague a otro mal por mal; más bien, procuren siempre hacer el bien, tanto entre ustedes como con los demás.”. 1 Tesalonicenses 5:15 (RVC)

Buen Dia
Juan C Quintero
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