La palabra enfriamiento es definida en el diccionario como “el descenso de la temperatura de un lugar o de un ser vivo”; se produce porque hay un intercambio del calor original por el frío que llega.
El enfriamiento también puede ser aplicado a las relaciones, e incluso a la vida espiritual, en este sentido el “enfriamiento espiritual es el proceso de debilitamiento y disminución de la relación con Dios; que causa alejamiento de las personas del Señor, el cual no aparece de inmediato, sino que se da de forma gradual, tanto que la persona posiblemente no se dará cuenta que la está sufriendo”
Quiero compartir contigo algunos de los síntomas del enfriamiento espiritual:
- Desgano por las disciplinas espirituales
- Dejar de orar
- Desinterés para leer la Palabra de Dios
- No meditar en la Palabra, ni tener un tiempo devocional
- Dejar de congregarse o perder el deseo de congregarse
- Aumento de la queja y disminución del agradecimiento
- Sentirse sobrecargado y cansado
- Endurecimiento del corazón hacia las cosas de Dios
- Aparición de crítica a los temas o al estilo de las predicaciones
- Tolerancia al pecado e intolerancia a la reprensión
- Regreso a prácticas dejadas, como las mentiras, la ira, el licor, etc
- Dejar de servir y de dar
En estos casos se está experimentando un decaimiento espiritual. Es entonces cuando el calor de la presencia, la revelación que trae la lectura de la Biblia, la exhortación que se recibe en el día de congregarse, el agradecimiento por medio de alabanzas y adoración, y de cualquier otra manifestación de la relación con Dios y de sus cosas, se tornan lejanos, ausentes y el corazón se endurece y se siente vacío.
La respuesta para esta situación nos la da la Palabra de Dios en Apocalipsis capítulo 2, verso 5, donde dice “Así que ponte a pensar en qué has fallado, y arrepiéntete, y vuelve a actuar como al principio…”
Esto es regresar al punto en el que todo comenzó, en el que se tuvo el primer encuentro con el Señor, cuando comenzó a arder el fuego de Dios en tu corazón, avivándote a vivir acorde con lo que Dios nos pide.
Oremos hoy por todos aquellos que se han enfriado en su relación con el Señor y por aquellos que están en el proceso, para que el Espíritu Santo toque sus corazones, se arrepientan y regresen al camino que Jesús compró en la cruz.
Versículo “Así que ponte a pensar en qué has fallado, y arrepiéntete, y vuelve a actuar como al principio”. Apocalipsis 2:5 (RVC)
Buen Dia
Juan C Quintero
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