Tener expectativa es esperar que algo suceda.
Hoy te pregunto ¿Cuál es tu expectativa?, ¿Qué estás esperando que ocurra?
Para el creyente la expectativa y la fe tienen que ir juntas.
En la Biblia encontramos a David, quien escribió la mayoría de los Salmos.
Este hombre de fe escribió uno de los versos, que ha sido para mí altamente valioso y poderoso, el cual forma parte del Salmo 23, que dice, “Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida…”.
- Esta es una poderosa declaración que contiene a la vez fe y expectativa. En lo profundo de su corazón David tenía la certeza de que cada día “Algo bueno de parte de Dios le iba a ocurrir”.
- Es una declaración de la confianza total y absoluta en el cuidado y protección de Dios, de Su Favor y de Su infinita Gracia.
- Es, además, una expresión de expectativa centrada en el Señor, es decir, David tenía su mirada puesta en Dios y en lo que Él diariamente haría a su favor.
Podemos asegurar que esta actitud fue la clave para todos los triunfos en su vida; ya fuera que tuviera que enfrentarse a fieras como leones y osos o a gigantes como Goliat, o el mayor de todos los retos ser Rey; David sabía quién estaba con él; sabía que las cosas buenas lo perseguían.
Después de esta revisión de la fe de David, te vuelvo a preguntar… ¿Cuál es tu expectativa de cada día?; ¿Hay dudas… esperas fallar… esperas lo peor… es el miedo el que guía tus pensamientos?.
Te recuerdo que tú eres un(a) hijo(a) del Dios Altísimo. Qué en Jesús hemos sido redimidos de toda maldición. Eres especial para Dios, eres Su preciado tesoro.
Coloca tu expectativa en Dios, con fe, declarando Sus bendiciones, Su favor, Su Gracia; creyendo que Él te abrirá caminos nuevos, ten la certeza que nuevas oportunidades llegarán, debes estar seguro(a) de tu total restauración, restitución, sanidad…
Declara diariamente que, ¡el bien y la misericordia de Dios te siguen todos los días de tu vida!
Oro hoy para que abras tu vida en fe a la expectativa de lo bueno de Dios para tu vida. Recíbelo y atesóralo
Versículo. “Ciertamente la bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida; Y en la casa de Jehová moraré por largos días” Salmos 23:6 (RVR60).
Buen Dia
Juan C Quintero
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