Cuando algo que no se esperaba llega y es bueno, la alegría desbordante irradia los rostros sorprendidos de las personas que lo recibieron.
Dios puede cambiar tu situación de la noche a la mañana. Algo inesperado se cruza; ya sea un negocio, una restauración, el retorno de un hijo que se había alejado… etc.; trayendo algo muy bueno que no se esperaba
Un corazón se alegra grandemente, con acciones de alabanza y agradecimiento cuando se esperaba un “no”, que al final resultó ser un “sí” que abrió una puerta de bendición.
A veces la incertidumbre crea angustia; con el avance de la vida y el correr de los años se va perdiendo la expectativa de un resultado positivo; se aumenta el escepticismo y se disminuye la medida de fe.
Pero el Señor no quiere dejar a Sus hijos en suspenso.
Te invito a actuar tal y como David lo hizo, quien en momentos de dudas o dificultades buscó al único que podía resolver todo en su vida… al Señor; por ejemplo en el Salmo 25 verso 4 David clamó así: “Muéstrame la senda correcta, oh Señor; señálame el camino que debo seguir”. (NTV)
Hoy por la fe puedes caminar con Jesús. Debes saber que todo “paraíso perdido en la tierra” se recupera estando en Cristo. Pueden llegar los temores sobre la salud, o por una familia fracturada o la angustia por una crisis económica; pero estas situaciones solo pueden poner a prueba tu fe, y nunca destruir tu confianza en Dios. Sea lo que sea que te enfrentes, coloca tu mirada en Jesús y con humildad y fe pídele que te muestre el camino a la solución de tu dificultad y te aseguro que Él lo hará.
Tenemos a un Dios que valora tu esfuerzo, que premia la diligencia. El Señor tiene presente tu soledad, por tanto, si pones tu necesidad de compañía en sus manos, te aseguro que te responderá. Nuestro Dios tiene presente cada momento de gozo y de dolor y se une a ti en estos momentos para ser tu mejor compañía.
Por eso, como Dios está contigo en todo momento, es que debes amentar tu medida de fe y creer que Él te va a sorprender. Ahora mismo, Él está observando tu vida… y está preparando la siguiente bendición.
Recuerda, colocar tu fe en Jesús, esperando lo inesperado.
Versículo “Y ahora, que toda la gloria sea para Dios, quien puede lograr mucho más de lo que pudiéramos pedir o incluso imaginar mediante su gran poder, que actúa en nosotros”. Efesios 3:20 (NTV)
Buen Dia
Juan C Quintero