De la misma manera en que muchos se enfocan en lo negativo de los demás, también lo hacen hacia sí mismos; es decir, ven más sus errores y fallos que sus fortalezas; con el consecuente resultado de que magnifican dichos errores y sus vidas se tornan tristes, convirtiéndose en personas que sufren profundas amarguras.
Sabemos que sólo hay 24 horas en un día, por eso es tan importante ser sabios en cómo se invierten. Es claro que hay ciertas actividades que deben formar parte de esas 24 horas y el sueño es uno de ellos; pero en las horas que estamos despiertos debemos elegir la manera cómo esas horas serán usadas. Así te planteo esto para meditar, ¿por qué no usar el tiempo disponible para centrarnos en las fortalezas?
¡Siempre tenemos 24 horas al día, o 1.440 minutos, o lo que es igual 86.400 segundos para hacer una diferencia, para aprender una habilidad, apoyar una causa, orar, compartir con la familia, o simplemente para divertirnos!
Supongamos que usted pasa una hora enfocándose en lo que usted no puede hacer por lo tanto, esa será una hora menos que tenga para ser usada en mejorar sus áreas fuertes. Hay un dicho popular que dice que “la práctica hace al maestro”; esto es claro, ahora, le quiero agregar a esta frase, que “si esa práctica está relacionada con un talento, es decir, con una cualidad que Dios nos ha dado o una capacidad en particular, entonces llegaremos a ser maestros algún día”.
Esto me lleva a dejarle saber que existe un concepto conocido como “el costo de la oportunidad”, que hace referencia a que lo que tenemos debe invertirse, especialmente el tiempo, por eso cuando hacemos una mala elección estamos renunciando una obtener una oportunidad; visto así, tiene sentido invertir el mayor número de horas disponibles usando y mejorando las fortalezas.
En el mundo secular el tema del mejoramiento personal no aborda a la debilidad humana desde el punto de vista correcto, puesto que no conocen la Palabra de Dios.
Pero nosotros los creyentes en Jesús sabemos que nuestras debilidades existen para recordarnos que necesitamos de Dios. No somos súper-poderosos, sino que tenemos áreas fuertes y débiles y el Señor quiere que pongamos toda nuestra confianza en Él.
Dios nos creó y quiere que recordemos que Él es nuestra fuente. Así como colocamos alarmas en nuestros teléfonos inteligentes, también necesitamos recordatorios de que en nuestras debilidades el Señor es nuestra fortaleza. Es en nuestra debilidad que realmente podemos ver la magnitud de los recursos infinitos de Dios y así mismo darle la Gloria y Alabanza que se merece.
Aprende esto, “tu avanzaras hacia lo que te enfoques”, por eso, hoy te invito a enfocarte y avanzar hacia fortalecer y perfeccionar tus talentos y dones, dándole honra a Dios.
Oremos: “Señor gracias por hacerme tal y como soy, por mis fortalezas y debilidades. Me enfoco en aquello que me has dado como un talento y un don, lo usare para ayudar a los demás y por sobre todo para darte honra y gloria, lo creo y declaro en el nombre de Jesús, Amen”
Versículo: “pero él me ha dicho: «Con mi gracia tienes más que suficiente, porque mi poder se perfecciona en la debilidad…”. 2 Corintios 12:9 (RVC)
Buen Dia
Pr Juan C Quintero
www.buendiatodoslosdias.com
Buen Día – En tus fortalezas está tu futuro
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