Honra y lealtad van juntas; por eso cuando eres leal, te quedas con alguien en las buenas y en las malas. Cuando eres leal, cumples tu palabra con la gente.
La lealtad es un rasgo fundamental del carácter; es un atributo que debe tipificar al cristiano.
Es claro que como cristianos auténticos debemos tener absoluta lealtad a Dios, nuestro creador, nuestro Salvador y nuestro Señor, y que esta además debe ser nuestra primera prioridad en la vida.
Después debemos asegurarnos de que somos leales a nuestro cónyuge, a los padres, a nuestros hijos, a los amigos. Así mismo como también debemos ser leales en el trabajo, tener lealtad con la nación donde vivimos y evidentemente al ministerio al que pertenecemos.
Por eso es importante saber que el enemigo quiere debilitar nuestra fe y causar división en nuestra capacidad para ser leales. Hay que estar alerta a todo comentario que llegue sobre los demás, a las falsas noticias que pretenden manipular el pensamiento y con especial atención al espíritu de orgullo que nos puede hacer pensar que somos mejores que los demás o que podemos hacer las cosas mejor que ellos.
En el segundo libro de Crónicas, capítulo 16, se describe como, cuando el rey Asa se apartó del Señor comenzó a tener reveses en las guerras que enfrentaba. Pero un día fue confrontado sobre esta situación, fue así como el hombre de Dios le dijo, en el verso 9. “Los ojos del Señor están contemplando toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que mantienen hacia él un corazón perfecto…” (RVC); el problema del rey es que se había alejado de Dios y había confiado en el rey de Siria que era un rey que no creía en Dios, y así comenzaron sus derrotas.
No es suficiente decir que somos leales. Sino que debemos demostrar nuestra lealtad con hechos. Esto significa ser leales a Dios, a los demás y al servicio ministerial en los buenos y en los malos tiempos; es decir, que no nos movemos, no nos rendimos, ni abandonamos nada a menos que sea Dios mismo quien nos mueva.
Si tu corazón es leal a Dios, no tienes que buscarlo, como dice el verso, ¡Él ya te está buscando para darte fortaleza y ayuda!
Los desafíos de la vida a veces parecen imposibles; por ejemplo, mantener una relación matrimonial cuando las cosas no van bien en la relación, ser fieles en el trabajo, aunque no nos gusten los compañeros de trabajo; fidelidad y lealtad en el ministerio, aunque lo que hagan los hermanos, los lideres o los pastores no nos agrade; es decir ser leales en todo y por todo.
Así que, si te sientes demasiado débil para pelear una batalla, o para permanecer en medio de lo que no te gusta, ¡No te rindas!. Mantén tu corazón leal a Dios, porque Él te cuida y desea demostrar Su fuerza en tu vida. Él te recompensará por tu fidelidad, honra y lealtad, ¿has estado saltando de una iglesia a otra?; ¿has abandonando una relación matrimonial por otra?; ¿has buscado otros medios espirituales diferentes al Señor?
¡Renuncia a todo esto!, arrepiéntete de tu pecado de deslealtad, pide perdón y busca del Señor con todo tu corazón mente y fuerzas; porque así, siendo leal con los que ves, podrás ser leal con Dios a quien tú no estás viendo.
Oremos “Amado Señor, dame fuerzas para permanecer leal y fiel a ti sin importar lo que otros puedan decir o hacer. Para mantenerme leal a mi familia y amigos. Dame un corazón sabio para no criticar a mis pastores o lideres en la Iglesia, quita todo espíritu de orgullo y egoísmo que me hace sentirme mas grande e importante que los demás, quiero ser humilde fiel y honrar tal y como tu lo pides en tu Palabra, lo pido en el Nombre de Jesús, Amén”
Versículo “Los ojos del Señor están contemplando toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que mantienen hacia él un corazón perfecto…” 1 Crónicas 16:9 (RVC)
Buen Dia
Juan C Quintero
www.buendiatodoslosdias.com
Gracias a Dios por su gran bondad al poner en el caso camino personas que con corazón dispuesto transmiten tu Palabra y así lograr el crecimiento espiritual que necesitamos.Gloria,Honor y Honra sean a Nuestro Dios y Señor