He creído que uno de los milagros más grandes que existe es el de ver una vida transformada.
Es decir, cuando los temperamentos son controlados, las iras vencidas, los odios retirados, las raíces de amargura eliminadas, etc. Es el milagro en el cual los demás pueden ver en nosotros que el “carácter de Jesús” se manifiesta en medio de las dificultades, de las presiones y las pruebas.
¿Cómo poder ser como Jesús?, esto lo encontramos a lo largo de todo el Nuevo Testamento en la Biblia. Cuando leemos los evangelios con la ayuda del Espíritu Santo, el carácter de Jesús se hace manifiesto cobrando “vida” en nuestro interior.
Es cuando sus enseñanzas nos edifican
Es cuando actuamos de igual a la manera en que Él trató con cada persona y como actuó ante cada situación que se le presentaba.
Es también recibir con “mente abierta” sus mensajes sobre cada tema, sean estos sobre el valor moral, sobre doctrina, comportamiento o fe.
Es aprender de Su humildad, de Su capacidad para vencer sobre la tentación y la fortaleza para mantenerse firme para cumplir la voluntad de su Padre Celestial.
Cuando lo ves con ojos fe, podrás percibir la serenidad de Su espíritu, la manera cómo trasforma la tormenta en calma, la paciencia para tratar a sus discípulos y la disciplina para con su vida y el cumplimiento de la misión de ser el redentor de la humanidad, adicionalmente se ve reflejada una vida llena de gozo, que al mismo tiempo honraba a Dios en todos sus actos, viviendo con la unción celestial, haciendo milagros y prodigios que glorificaron al Padre, huyendo siempre de la popularidad; esto y mucho más fue el legado de Jesús en la tierra.
Experimentar el milagro de la transformación es aquel en el que las personas están en la posición de confiar plenamente en Él, es depender de Su fuerza, poder y gloria.
Es poder ser grandes cuando el reto es grande, ser firmes cuando la tormenta es fuerte. Ser humildes cuando la tentación del protagonismo aparece…
Esto y mucho más es ser como Jesús, cuando nos afirmamos en la fe, sabiendo que Dios está a nuestro favor. Esos son inicios de Días de Victoria para tu vida.
Oro para que en ti el milagro de la transformación ocurra.
Versículo: “No es que ya lo haya conseguido todo, o que ya sea perfecto. Sin embargo, sigo adelante esperando alcanzar aquello para lo cual Cristo Jesús me alcanzó a mí”. Filipenses 3:12 (NVI)
Buen dia
Juan C Quintero
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