Vamos a pasar por temporadas felices y llenas de logros, pera también vamos a vivir tiempos en los que todo se complica, y estas situaciones llevan a las personas a estar alterados, a convivir con la tensión y los temores.
Es en esos momentos en que preguntamos, ¿cuándo van a terminar los problemas?.
Durante estos tiempos, para mucho, el sueño es difícil de conciliar, o se pierde el apetito, o por el contrario se genera un deseo de comer incontenible, toda esta situación acumulada produce desbalance en el cuerpo el cual puede ser muy dañino para la salud tanto física como mental.
Por eso Dios tiene para nosotros un camino, una solución, “que nos concentremos en Él en los tiempos de dificultades”; al hacerlo, descubriremos que el Señor está haciendo una obra importante durante la “tormenta”.
Es en la dificultad en la que las verdaderas creencias, aquellas convicciones que hay en nuestro interior salen a relucir. Si hay una fe fuerte y establecida en Jesús, entonces la situación se pasara como algo que se tuvo que vivir, que trae aprendizaje, que afirma la fe. Pero para aquellos que son débiles en la fe esta será una gran prueba.
Tus convicciones te harán actuar conforme a lo que está establecido allá en tu ser intimo e interior. Cuando las circunstancias estén fuera de nuestro control, lo que realmente creemos “saldrá a la superficie”.
Lo profundo de la fe, la identidad como creyentes y la confianza en las promesas de Dios se harán evidentes, al igual que pasara con cualquier duda que podamos tener.
La reacción de una persona con convicciones fuertes será fuerte, el débil de la fe tendrá que aprender a aferrarse en el Señor.
Afiánzate en la fe en Jesús; te recuerdo que en la Palabra de Dios está todo lo que necesitas saber sobre la vida y se nos ensena sobre la fortaleza que se tiene cuando estamos en Cristo.
Oremos: “Señor, tanto en los tiempos buenos, como en los difíciles confiare en Ti. Sé que en Cristo soy más que vencedor y te pido que me ayudes a tener esta certeza como una fuerte convicción. Me aferro a ti, creo en tus promesas y declaro que de tu mano saldré vencedor, lo creo y declaro en el nombre de Jesús, Amen”
Versículo: “Pon tu esperanza en el Señor; ten valor, cobra ánimo; ¡pon tu esperanza en el Señor!” Salmos 27:14 (NVI)
Buen Dia
Juan C Quintero
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