Cada vida es una historia que queda plasmada en el recuerdo y en la memoria de quienes estuvieron cerca.
Dios nos ha creado para que vivamos una vida llena de experiencias y de propósitos que son únicos y personales.
La verdad, es que ninguna historia personal es más importante que otra; tus victorias con el Señor marcan un testimonio del poder de Dios para transformar vidas; así pues, cada testimonio es único, aunque se pueda parecer a otro
Le invito para que veas tu vida desde la perspectiva de Dios, es decir que eres un ser amado, restaurado en Cristo y con llamado particular a cumplir durante tu existencia.
Por lo tanto, deja de compararte; no es necesario que mires el estilo de vida, o los logros o las posesiones que otros tienen, solo debes poner tu mirada en Jesús, en El tienes identidad clara y poderosa
Dale gracias a Dios por darte una identidad única en todo, desde tu presencia física, hasta tu tono y timbre de tu voz, todo absolutamente todo lo que tienes y lo que eres es único y Dios te lo ha dado para que cumplas una misión muy importante en esta tierra.
Para muchos puede parecer que lo que tu has hecho hasta hoy sea insignificante, pero no es así para el Señor, porque alguien puede tener fama pero no ser un buen padre, así que la historia será de victoria para quien es buen padre porque deja una huella de herencia en sus hijos que es imborrable.
En la Biblia, en la carta a los Efesios capítulo 1 , verso 5, dice que “En amor; nos predestinó para ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, según el buen propósito de su voluntad”(NVI)
Por amor Dios te dio la vida y por amor Dios te adopto como su hijo(a), para que cumplieras un buen propósito en esta tierra. Así que “glorifica al Señor por tu vida; cumple tu llamado y vive con la certeza que con tu historia estas dejando huellas de bendición en muchas personas”
Es por tu testimonio que otros querrán conocer a Jesús y hacerlo el centro de sus vidas.
Oremos, “Amado Señor, gracias por darme la vida, por hacerme tal y como soy. Te pido que me ayudes a cumplir el propósito de mi existencia, a ser un ejemplo digno de ti y de tu amor, para que de esta forma pueda, con mi vida, animar a otros para que conozcan al Dios que los creo, esto lo pido y oro en el Nombre de Jesús, Amén”.
Versículo “nos predestinó para ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, según el buen propósito de su voluntad” Efesios 1:5 (NVI)
Buen Dia
Juan C Quintero
www.buendiatodoslosdias.com