Sigo meditando sobre los cambios en la vida, por eso hoy te traigo esta reflexión para seguir estableciendo parámetros para empezar un nuevo año en victoria.
Creo que muchos hoy en día están queriendo cambiar viejos hábitos, es decir, cosas que a su juicio le están causando dificultades, por ejemplo, comer de gula, tener una vida sedentaria, no cumplir con los compromisos, llegar tarde a todo lugar, dejar ciertas relaciones toxicas, etc.
La realidad es que en la cultura moderna se ofrecen múltiples alternativas, algunas incluso que parecen “soluciones mágicas”; píldoras, tratamientos, cursos, y muchos otros más que realmente no son efectivos en el mediano y largo plazo, sino más bien un simple engaño para personas ilusas.
La única forma en que realmente somos cambiados comienza con nuestra propia forma de pensar.
Tus pensamientos están guidos por tus creencias, y tus creencias vienen de tus experiencias y de tu educación y cultura en la que naciste; por lo tanto, para experimentar nuevas cosas necesitaras nuevas creencias establecidas en tu mente que te ayuden a cambiar tu mentalidad y por supuesto la manera en la que tomas tus decisiones frente a todos los aspectos de tu vida.
Y la única hacerlo es renovando tu mente acorde con la Palabra de Dios.
Como anécdota, “un día un conocido me comentó que se había dado cuenta de que muchos negocios importantes se cerraban en los lobbies de los hoteles lujosos, y que a él le gustaría estar en esos lugares pero que no iba porque no tenia el dinero para estar allí; luego de un momento lo cuestioné con la siguiente pregunta ¿sabías que no se necesita dinero para estar en el lobby de un hotel?, solo necesitas ir entrar y estar en el lobby”.
La realidad es que su estructura mental le impedía ver que él podía ir allí gratuitamente, pero no se sentía parte de ese grupo, aunque esa barrera solo estaba en su mente.
Es igual con todos nosotros, tenemos limitaciones mentales que nos impiden, o participar de actividades o de ir a lugares o de cambiar rutinas y hábitos incorrectos, por lo tanto, lo único que necesitamos es “tener la mentalidad correcta”.
La Biblia dice en Efesios, capítulo 4, versos 22 al 23, lo siguiente “En cuanto a su pasada manera de vivir, despójense de su vieja naturaleza, la cual está corrompida por los deseos engañosos; renuévense en el espíritu de su mente” (RVC)
La escritura nos dice que voluntariamente tenemos que despojarnos de la vieja manera de pensar porque está viciado, llena de prejuicios y de limitantes, esto es, aprender a concentrarse en las verdades de la Palabra de Dios, porque cuando lo hagas, tu vida comenzara a cambiar un día a la vez.
Nadie puede hacerlo por ti. Tú eliges aquello en lo que vas a pensar a partir de ahora, pero la forma correcta es haciéndolo a la manera de Dios.
Oremos “Amado Señor, reconozco que para cambiar mis hábitos y rutinas necesito por comenzar a cambiar mis pensamientos y por lo tanto mis creencias, te pido que me ayudes a despojarme de lo viejo que está anclado en mi memoria, para ser renovado en el espíritu de mi mente, Sé que solo por Tu Palabra lo conseguiré, gracias anticipadamente, lo oro en el Nombre de Jesús, Amén”.
Versículo “En cuanto a su pasada manera de vivir, despójense de su vieja naturaleza, la cual está corrompida por los deseos engañosos; renuévense en el espíritu de su mente”, Efesios 4:22-23 (RVC)
Buen Dia
Juan C Quintero
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