El diccionario define a la palabra ansiedad como “Sentimientos de miedo, pavor e incomodidad que a veces se presentan como reacción a un estado de tensión o estrés por situaciones reales o imaginarias”.
Los estados de ansiedad comienzan con las preocupaciones cotidianas, las cuales te roban el pensamiento y te ocupan el tiempo, comienza como algo pequeño, pero luego se van sumando otras preocupaciones hasta que la persona se aísla o se enferma.
Hoy en día es muy fácil caer en la trampa de preocuparse por los acontecimientos mundiales, especialmente las guerras y los rumores de guerra. Los medios de comunicación nos muestran detalles de los acontecimientos locales, nacionales e internacionales que causan temor e incertidumbre
Y la verdad es que esto nos puede poner ansiosos, nos preocupamos y nos podemos sentir incapaces de solucionar estas cosas.
Por eso, hoy necesitas saber que Dios tiene un plan incidental y no accidental.
La palabra “incidental” significa que “es a propósito, o que ha sido establecido anticipadamente”
Todo lo que sucede en el mundo, y contigo y conmigo, no es casualidad, Dios está en presente.
Entonces, te puedes preguntar ¿qué hacemos cuando esos sentimientos de ansiedad aparecen?
Ten en cuenta que por muy tentado(a) que estes a alimentar la preocupación y a obsesionarte con ella, incluso compartiéndola con tus seres amados o con tus amigos, la primera acción que debes tener es “orar y entregarle tus cargas y preocupaciones al Señor”.
En el Libro de los Proverbios, capítulo 12, verso 25, dice sabiamente así, “La ansiedad en el corazón del hombre lo deprime, más la buena palabra lo alegra”. (LBLA)
¡Que interesante saber que muchos siglos atrás Dios ya nos había advertido sobre el daño que produce la ansiedad!, y nos dice que debemos cambiarla por la buena palabra!, es decir, por las ¡buenas noticias contenidas en la Palabra de Dios!
Oremos “Amado Padre Celestial, gracias por ser Dios omnipotente que se ocupa de cada necesidad y que calmas a todo corazón que está ansioso. Te entrego voluntariamente todas mis preocupaciones, temores y dudas, sabiendo que Tú tienes el poder para cambiarlo todo y que tus planes son incidentales, lo creo en el Nombre de Jesús, Amén”.
Versículo “La ansiedad en el corazón del hombre lo deprime, más la buena palabra lo alegra”. Proverbios 12:25 (LBLA)
Buen dia
Juan C Quintero
buendiatodoslosdias.com