Cuando era un niño mis padres acostumbran a decir cosas como, “si comes los vegetales vas a crecer más”, “tómate la sopa para que crezcas fuerte”.
Pero la realidad es que ninguna cantidad de sopa o de vegetales, aunque sean muy recomendadas para tener una buena salud, éstas no pueden cambiar la genética.
Algunas personas serán muy altas y otras muy pequeñas.
Aunque no tenemos control sobre nuestra estatura, sí podemos influir en nuestro crecimiento espiritual.
Es decir, que nuestra estatura espiritual está directamente ligada a una actividad personal y única, y esta es, nuestra entrega al Señor.
Cuando somos intencionales en leer la Palabra de Dios, en buscar Su rostro, en caminar en obediencia, entonces comenzaremos a crecer espiritualmente en Cristo.
En la Biblia, en la carta a los Colosenses, capítulo 1, versos 9 y 10, el apóstol Pablo les escribe algo muy poderoso, que dice, “… no hemos dejado de orar por ustedes. Pedimos que Dios les haga conocer plenamente su voluntad con toda sabiduría y comprensión espiritual, para que vivan de manera digna del Señor, agradándole en todo. Esto implica dar fruto en toda buena obra, crecer en el conocimiento de Dios” (NVI)
Tres cosas claves hay aquí, primero, orar, es la oración la que nos acerca al Señor, tal y como Jesús lo enseñó, debemos entrar en lo secreto para hablar con Dios y El nos recompensara por ese tiempo de intimidad. (Mateo 6:6)
Segundo, pedir por la revelación de Su voluntad. Esto es vital, porque es por medio de Su voluntad que nosotros podremos vivir una vida plena, es en Sus propósitos para nosotros que veremos el propósito de nuestra vida, el cual es más grande y más profundo que el hecho de simplemente pasar el tiempo en este mundo. Sino que es uno apasionará tu alma.
Tercero, darás fruto en toda buena obra. Quiere decir que cuando vivimos en la voluntad de Dios creceremos para hacer el bien, para toda buena obra, para ser libres del poder del pecado y poder para rechazar la influencia negativa del mundo sobre nosotros.
Crecemos como cristianos al convertirnos en personas que van por la vida a la manera de Dios, y no a la nuestra. Hacemos esto al recibir la verdad de la palabra de Dios, escuchando Su voz, y dejando que El mismo, por medio de Su Santo Espíritu nos instruya, corrija, fortalezca, que nos guie y bendiga.
Oremos “Amado Señor, gracias por ser mi Dios y mi Señor, anhelo crecer mas en el conocimiento tuyo. Pido que tu Espíritu Santo me revele lo que debo saber para producir, frutos de amor y de bendición para con los demás. Crecer en mi vida espiritual es lo mas importante que quiero hacer, lo declaro en el Nombre de Jesús, Amén”
Versículo “Por eso, desde el día en que lo supimos, no hemos dejado de orar por ustedes. Pedimos que Dios les haga conocer plenamente su voluntad con toda sabiduría y comprensión espiritual, para que vivan de manera digna del Señor, agradándole en todo. Esto implica dar fruto en toda buena obra, crecer en el conocimiento de Dios” Colosenses 1:9-10 (NVI)
Buen Dia
Juan C Quintero
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