Saber esperar es una virtud, pero noto que cada día a muchos no les gusta esperar.
Es como si vivimos en un tiempo de búsqueda de la gratificación instantánea, es decir, que se sabe lo que se quiere, pero lo quieren inmediatamente.
De esta manera se pierde la celebración y el gozo por los logros alcanzados, lo que hace que en el fondo del corazón haya un vacío puesto que no hubo esfuerzo en alcanzar la meta.
En la Biblia, en el libro de los Proverbios, capítulo 13, verso 12, dice así, “Cuando se pierde la esperanza, se debilita el corazón, pero un deseo alcanzado es un árbol de vida” (PDT)
Cuando en lo que se ha puesto la esperanza se demora demasiado, pueden aparecer la decepción y la desilusión.
Aparecen las dudas, y el pensamiento de que las cosas no son como deberían ser.
Por otro lado, he visto el gozo y la celebración de aquellos que con esfuerzo, trabajo e inteligencia han alcanzado las metas, es decir, que han actuado con tesón y paciencia diariamente para ver el resultado final del propósito.
Cabe entonces recordar que a Noé Dios le pidió que construyera un barco gigante sin darle mayores instrucciones, tarea que le llevo aproximadamente 100 años en cumplirla; ¡que gran ejemplo de perseverancia, esperanza y esfuerzo personal!; pero si a alguien Dios les pidiera algo similar, creo que renunciaría antes de culminar ese proyecto… porque en su corazón a un sentimiento de urgencia.
No dejes que el corazón se debilite por la falta de esperanza, confía en las promesas de Jesús de ser una fuente de vida para ti todos los días.
Deja que Él renueve tu esperanza y dale espacio a la fe para que no desfallezcas en la espera.
Vivimos tiempos en los que la gente tiene muchas expectativas de alcanzar metas a corto plazo, pero hoy vengo de parte del Señor a decirte que debes mantener tu esperanza activa; que la tuya no se pierda, sino que confías en el Señor, pero también te esfuerzas en avanzar en pos de la victoria.
Oremos “Amado Señor, te pido que escudriñes mi corazón; si hay alguna esperanza que ha muerto dentro de mí, sé que puedes revivirla. Pongo cada decepción, cada fracaso, y mis afanes a tus pies y confío en que me darás sabiduría, inteligencia y me regresaras la esperanza para no desfallecer en el intento. Gracias por lo que estás haciendo en mí, lo creo y declaro en el Nombre de Jesús, Amén”.
Versículo “Cuando se pierde la esperanza, se debilita el corazón, pero un deseo alcanzado es un árbol de vida” Proverbios 13:12 (PDT)
Buen Dia
Juan C Quintero
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