“Él morirá por falta de disciplina y errará por lo inmenso de su locura” RVR
“Su indisciplina le llevará a la muerte; su gran necedad, a la perdición” DHH
Proverbios 5:23
Es difícil aceptar que la indisciplina o falta de corrección puede acarrearnos la muerte; pero es totalmente cierto. Usted se ha evitado muchos problemas por practicar los buenos consejos que le han dado sus padres, amistades o tutores a lo largo de su vida. La mayoría de nuestras indisciplinas no nos llevan a una muerte física necesariamente; pero si una muerte del alma o del espíritu.
La corrección es una demostración de amor, según Hebreos 12:6 “Porque el Señor corrige a quien él ama y castiga a aquel a quien recibe como hijo”. Parece algo ilógico; pero aquellos que son padres o tutores y que toman su papel con responsabilidad conocen muy bien este principio. Hacen las correcciones para que sus hijos sean mejores personas en el mañana y por ende tengan mejor vida.
Algunas personas se quejan porque les corrigen; se sienten orgullos de ser “indomables”, de hacer lo que se le antoje cuando se le antoje. Y luego de una vida llena de excesos y desordenes viene la amargura por no haber tomado el consejo o aceptado la corrección cuando aún había tiempo.
Cuando alguien hace una corrección corre el riesgo de caer mal ante los demás, y hasta de ser odiado por la persona a quien se corrige; pero aun a sabiendas de las consecuencia hace la corrección. Esta accion es digna de admirar porque está anteponiendo el bienestar de otro antes que su aceptación. Este gesto merece ser valorado.
He conocido personas adultas que se quejan de tener problemas sociales porque en su juventud o infancia nadie les disciplinó adecuadamente.
Las correcciones siempre buscan nuestro bien. Algunos hacen correcciones de manera muy dulce y otros no usan palabras agradables ni el tono ni el momento adecuado. No importa de la persona que vengan ni la forma en que la hagan, sea sabio, no desprecie la corrección y aplique el consejo de 1 Tesalonicenses 5:21, analice todo lo que están diciendo y retenga lo bueno.
DECLARACION: ACEPTO LAS CORRECCIONES PORQUE SON PARA MI BIEN.
Oración: Amado Padre gracias te doy por todas las correcciones que has hecho, sé que son para hacerme una mejor persona. Bendice mi vida con personas que me corrijan y ayúdame a recibir el consejo y aplicarlo, en el nombre de tu amado hijo Jesucristo. Amen.
-Por: Mildred Natera