Abre La Mano

La dificultad de algunas personas para tener el poder del Espíritu santo es como la de aquella niña que fue a la sala de estar y tomo un vaso griego de porcelana metiendo la mano por su estrecho cuello para sacar una moneda que vio en su fondo, de la que se apodero con presteza. Al hallarse que no podía sacar la mano llamo a su madre pero esta tampoco pudo conseguir que la niña la sacara. Luego llamo al padre y este tampoco pudo. Finalmente la madre comprendió en que consistiría la dificultad y dijo a la niña.

Hija mía abre bien tu mano, ponla estirada y papa tirara del brazo y te la sacara. La niña miro a su padre y dijo:
Papa, si lo hago así caerá la moneda.

El Padre y la madre se echaron a reír pues comprendieron la razón de la aparente dificultad.
Así es con muchas personas que retienen en su corazones cosas que no quieren soltar. Si queremos tener el poder de Dios en nuestras vidas debemos amar a Cristo sobre todas las cosas, y ponerle a Él en el lugar supremo.

Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Mateo 6:33

Enviado por: Luis Deras