No todas las relaciones son iguales. Evaluar algo o alguien es asignarles valor basados en nuestra escala de valores.
En términos generales, en la medida en que nos encontramos con personas diferentes en nuestra vida, experimentaremos relaciones que son “únicas”, otras que son relaciones “pasajeras”, pero también vamos a tener relaciones que serán “de por vida”.
Pero, si no se busca a Dios al discernir sobre estas personas que conocemos, corremos un alto riesgo de tomar decisiones incorrectas.
Si confundes una relación “pasajera” con una relación “de por vida”, entonces de seguro vas a pasar por problemas.
Decidir correctamente es fundamental para seguir la voluntad del Señor, por lo que la evaluación sabia de las relaciones contribuye a las relaciones saludables.
En la Biblia en la primera carta a los Corintios, capítulo 15, verso 33, dice así, “No se dejen engañar: «Las malas compañías corrompen las buenas costumbres»” (NVI)
Hay personas que te van a edificar, que quieren tu bienestar y que actúan acorde con los valores definidos en la Palabra de Dios; pero también hay personas que te van a corromper porque son guiados por los parámetros de la cultura del mundo.
Lot se alejó de la bendición de Dios por seguir a su mujer y sus deseos de poder y al final tuvo que ser rescatado por su tío Abraham para no morir en la destrucción de Sodoma y Gomorra; Sansón se alejo de Dios por perseguir mujeres inconversas y manipuladoras y por lo tanto tuvo que sacrificar su vida para cumplir con el propósito de Dios.
Te pregunto, ¿tienes un medio para medir el valor de tus relaciones?, si no, debes empezar a hacerlo.
Porque tus amistades son las que te llevarán más lejos o las que te harán estancar.
Escoge amistades de por vida que te motiven a ser la persona que Dios quiere que seas, pero, además, tú mismo(a) debes ser el mejor inversor en fe, afirmación y edificación en aquellos que confían en ti.
Oremos, “Amado Señor, dame la sabiduría y el discernimiento para evaluar correctamente las personas que están cerca en mi vida. Que tu me muestres lo que hay en sus corazones hacia mí; y te pido que me ayudes también a ser la persona correcta para los demás, reflejando tu amor, gracia y misericordia, lo pido en el nombre de Jesús, Amén”.
Versículo “No se dejen engañar: «Las malas compañías corrompen las buenas costumbres»” 1 Corintios 15:33 (NVI)
Buen Dia
Juan C Quintero
www.buendiatodoslosdias.com