Es muy fácil encontrar por donde nos movamos a personas que se han hundido en sus problemas y preocupaciones, y han entrado en un proceso depresivo donde su estado de ánimo está completamente angustiado.
Coloca en este día tu estado de ánimo bajo el control del Poder de Dios ¡y tu ánimo cambiará para bien!
La depresión es un padecimiento que se ha propagado grandemente afectando a millones de personas, tanto a cristianos como a no cristianos. Quienes sufren de depresión pueden experimentar intensos sentimientos de tristeza, ira, desesperanza, fatiga y una variedad de otros síntomas.
Cada mañana llegas a tu lugar de empleo o de estudio, saludas a tus compañeros, ríes un poco, hablas otro tanto; pero es probable que ninguno de los que te rodean conozcan tu verdadera vida. Esa vida que para ti ya no es vida. Nadie sabe la lucha que tienes cada mañana para reunir el valor de levantarte de la cama y seguir la rutina obligatoria.
Ahora sé que estoy predispuesto a la depresión. No siempre estoy deprimido, pero tengo tendencia a estarlo, por ello debo seguir un tratamiento. Formo parte de la gran multitud de gente deprimida. Cuando hablo de mi depresión con la gente, algunas personas están agradecidas oír algo de lo que experimento, porque ellas tienen que enfrentarse al mismo problema.
Cuando usted se siente culpable, si después de un serio examen de conciencia no logra determinar la causa, no dude en concluir que es una maniobra de mentira del diablo, y en ese caso no la tenga en cuenta.
Nada te divierte, nada te motiva, nada llena ese vacío interior que parece ser un pozo sin fondo que se hace cada vez más profundo. Sin importar cuantas personas están a tu lado te siente en la más grande soledad.
Trabaja de manera muy silente y muchas personas ni saben que son prisioneros del mismo. Este espíritu solo busca hacerte creer que ya todo está perdido y que no se puede hacer nada mejor que morirse.