Reír mucho tiene el riesgo de parecer ser alguien inmaduro.
Llorar es arriesgarse a mostrarse emocional.
Salir de casa es arriesgarse a la aventura de la vida diaria.
Al acercarse a otros se corre el riesgo de adquirir amistades y compromisos.
Decir la verdad nos hace correr el riesgo de perder amigos.
Intentar es arriesgarse a fracasar; amar es arriesgarse a sufrir desamores.
Quien no arriesga nada, no logra nada.
Asumir riesgos es vivir, puesto que la vida misma contiene el riesgo de morir.
El fracaso es el intento fallido de alguien que intentó hacer algo; y el éxito es el resultado final de alguien que se arriesgó a volverlo a intentar tantas veces como fuera necesario hasta que lo pudo lograr.
Porque quien no asume riesgos termina siendo esclavo de sus temores.
Dios nos enseña en Su palabra que él mismo asumió el riesgo de crear al ser humano, de darle la capacidad de elegir, aunque la decisión que tomara Su creación estuviera en contra de Su voluntad. Eso nos deja saber que podemos elegir asumir riesgos, en nuestro libre albedrío, alejados de Dios, o podemos hacerlo de Su lado.
Hoy te invito para que asumas riesgos de la mano de Dios, que estén acorde con Su revelación y Voluntad.
Qué te arriesgues a predicar a Jesús, aunque te juzguen de loco, o de anticuado.
Qué te arriesgues a orar por el enfermo y correr el riesgo de que Dios lo sane.
Qué te arriesgues a dar apoyo y recursos para que la obra de Dios se expanda en la tierra y correr el riesgo de tener que depender sólo de Él.
En día un pastor amigo me regaló está frase; que alguien más había dicho… “Con Dios nunca se pierde, siempre se gana”
Repite todos los días, algo como esto, “Creo que estoy siendo guiado(a) por Dios, creo que siempre seré guiado(a) para hacer lo correcto; creo que Dios me abrirá camino donde no lo hay”.
¿Te arriesgarás, contando con Dios?
Oro hoy para que seas una persona esforzada y valiente, que cree y predica la Palabra de Dios, que defiende Sus principios y que se decide a asumir riesgos por amor al Señor.
Versículo: “Porque yo soy el Señor, tu Dios, que sostiene tu mano derecha; yo soy quien te dice: “No temas, yo te ayudaré.” Isaías 41:13 (NVI)
Buen Dia
Juan C Quintero
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