De nada sirve que algo llegue cuando ya no se pueda usar o cuando no se necesite, por eso para todos es muy importante saber que lo que necesitamos lo vamos a recibir en el momento preciso. Pero más importante aún es tener la confianza, la certeza de que lo vamos a recibir.
Estas son precisamente las promesas de Dios, primero tenemos la certeza de un Dios cercano que nos escucha y que desea tener una relación personal con cada uno de nosotros, segundo cuando se profundiza en la relación, podemos entonces acercarnos en confianza. Al hacer de Jesús el Señor de nuestra vida y permitirle que obre en nuestro interior, recibimos la revelación de que Él nunca falla, tercero al acercarnos a Él, encontraremos la misericordia, es decir la restauración, el perdón, y también la gracia, el favor inmerecido que Dios por amor nos da, y cuarto, podemos confiar de que ese favor, el regalo, el milagro, la respuesta llegará en el momento preciso, entendido como el día, la hora y el minuto exacto que el Señor determine en su voluntad que es tiempo correcto.
Acércate entonces con confianza a Dios que Él escucha, es misericordioso y obrará.
Oremos: “Señor, es un privilegio ser tu hijo (a), sé que nos amas y que deseas lo mejor para nosotros, por eso hoy coloco miss peticiones delante de tu altar, con la confianza de tu cercanía, misericordia, respuesta y favor, lo creo y declaro en el nombre de Jesús, Amén “
Versículo: “Acerquémonos, pues, llenos de confianza a ese trono de gracia, seguros de encontrar la misericordia y el favor divino en el momento preciso”. Hebreos 4:16 (BLPH)
Buen Dia…
Juan C Quintero
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