Con el correr de los años comienza a llegar el pensamiento de que no se está logrando nada significativo en la vida, acompañado de la sensación de que los años pasan demasiado rápido. Con la fe pasa algo similar, es decir, hay la tendencia de que con el correr del tiempo ésta se debilite, que se pierdan las esperanzas; algunos incluso llegan a considerar que los sueños y planes deben dejarse a un lado y simplemente resignarse a sobrevivir. ¡Qué mentira tan grande!. No importa la edad o el tiempo que haya pasado, lo que debe prevalecer es esto: “lo que Dios promete Él lo cumple y que él siempre está con nosotros”. Aunque pase el tiempo, la fe debe permanecer intacta, tal y como lo hizo Abraham quien a los 100 años de edad y su esposa siendo también mujer anciana y en edad estéril, pudieron concebir al hijo de la promesa.
Creo fielmente que el tiempo de la promesa de Dios llegará, incluso aunque todo parezca que se levante en tu contra, nada de esto evitará que se cumpla lo prometido.
Mantén la fe activa. Cree en medio de la tormenta y de la dificultad, cree incluso en el momento de la abundancia y en el que tu vida transcurre normal, de que Dios te va a llevar a conquistar nuevos territorios lugares que para llegar serán para nosotros retos para creer por más. Así llegaras a ser un gran testimonio del cumplimiento de las promesas de Dios porque mantuviste la fe.
Revive la expectativa de la victoria; que tu fe prevalezca, creyendo en la promesa de la victoria, que tu oración y lectura de las escrituras te afirmen en la fe para poder declarar que la victoria llegará, espérala confiadamente porque la obtendrás.
Oremos: “Señor, aunque el tiempo pase y no vea la respuesta, seguiré creyendo. Te pido afirmes todos los días mi fe. Cierro mis oídos a toda voz que me aleja de ti y de tus promesas. Avanzo firme confiado en que veré la victoria, lo creo y declaro en el nombre de Jesús, Amen”
Versículo: “Mantuvo firme su fe en la promesa de Dios sin dudar jamás. Cada día su fe se hacía más fuerte, y así él daba honra a Dios”. Romanos 4:20 (PDT)
Buen Día,
Juan C Quintero
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